Ansúrez, 900 años de historia
- Post by: historiasimancas
- 22 febrero, 2019
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El congreso en torno a su figura se celebra los días 21, 22 y 23 febrero en la Facultad de Filosofía y Letras de la UVa
Labró una gran amistad con Alfonso VI desde la infancia, defendió territorios frente a los musulmanes y fue un gran impulsor urbanístico para la ciudad en cuya catedral está enterrado. Pedro Ansúrez hizo una gran contribución en Valladolid y, con motivo del IX centenario de su muerte, el Instituto de Historia Simancas ha organizado el Congreso científico “El Conde Ansúrez y su época”, los días 21, 22 y 23 de febrero. “Los 900 años de la muerte de Ansúrez han constituido el hito principal para dar el protagonismo que se merece al personaje y rememorar la figura del que fuera Señor de la villa de Valladolid”, explicó la coordinadora y miembro del comité científico del evento, Olatz Villanueva.
El Instituto de Historia Simancas tiene una gran importancia en la celebración del centenario de la muerte del conde. El congreso culminó con la serie de actividades organizadas en torno a la figura de Pedro Ansúrez que se celebran desde hace un año. El evento ha contado con la presencia de 10 investigadores de reconocido prestigio en la materia. Además, se han llevado a cabo 11 comunicaciones que aportaron nuevos estudios y perspectivas al tema.
El congreso se ha organizado sobre el conde por su significado histórico. “De su mano, la villa del Esgueva experimentó un importante impulso repoblador y urbanístico a finales del siglo XI, pasando de depender de la próxima Cabezón de Pisuerga, a iniciar su andadura próspera que la convertiría a finales de la Edad Media en la capital oficiosa del reino de Castilla. Ansúrez también levantó en su villa una colegiata, un palacio y un hospital, e impulsó el desarrollo de nuevas áreas de población que irían progresivamente conformando el origen urbano de la ciudad”, comentó la coordinadora.
Las diferentes ponencias del evento ayudaron a explicar quién fue el conde Ansúrez y qué importancia tiene en Valladolid. “El congreso se ha dividido en 4 sesiones temáticas que profundizan en la villa de Valladolid y la época, personaje y memoria del Conde”, explicó Olatz Villanueva. La conferencia inaugural tuvo lugar a las 9.30 horas con la ponencia de Adeline Rucquoi Una época y dos personajes: Pedro Ansúrez y Rodrigo Díaz de Vivar, en la que relacionaba las dos personalidades. La ponente explicó que ambos convivieron en la misma época llena de grandes cambios geopolíticos y conocieron bien los territorios musulmanes por su destacado papel político. Sin embargo, el Cid tuvo una mayor proyección histórica porque construyó su propia propaganda. Además, desde el siglo XII esta publicidad sirvió para crear la imagen romántica y legendaria que ha llegado hasta la actualidad sin saber con certeza si es real o construida. Por si parte, Ansúrez no necesitó construir un personaje para legitimar su poder: ha pasado a la historia por lo que realmente fue.
La primera sesión del congreso con el nombre “La época del conde”, comenzó a las 11 horas con la conferencia Guerra y guerreros en la época del conde Ansúrez de Francisco García Fitz, procedente de la Universidad de Extremadura. El ponente explicó por qué la organización social de los reinos del norte fue una de las claves del éxito frente a los estados islámicos. “La guerra no fue un acontecimiento extraordinario que alteró coyuntural o temporalmente la vida de aquellas generaciones, sino que formó parte de su experiencia cotidiana”, comentó el conferenciante. También expuso las formas habituales que tuvieron aquellas confrontaciones: el papel de las operaciones de desgaste y las estrategias empleadas para lograr la expansión territorial.
Debido a su estrecha relación con Alfonso VI, Ansúrez fue nombrado mayordomo real, recibió el título de conde, posesiones y el gobierno de distintos lugares importantes del reino. Sin embargo, su proyección aumentó tras la muerte de su yerno Armengol V. El conde tuvo que ponerse al frente del condado de Urgel durante la minoría de edad de su nieto, por lo que participó activamente en la defensa de los territorios frente a los musulmanes. Francisco García Fitz destacó que la sociedad de la época se organizó por y para la guerra: “la actividad militar fue una ocupación esparcida por todo el conjunto social”. Este contexto político y social permite entender la época en la que vivió Pedro Ansúrez y su importancia derivada de la defensa de los territorios. La segunda ponente de la primera sesión, Gregoria Cavero Domínguez, también explicó la época del conde con su ponencia Reyes y reinos, poder y gobierno en el entorno de Pedro Ansúrez.
La segunda sesión llamada “La villa de Valladolid” comprendió la tarde del 21 de febrero y se llevó a cabo de la mano de José Luis Sáinz Guerra con su ponencia La ciudad de Valladolid en la época del Conde Ansúrez: el proceso de crecimiento urbano en el Valladolid medieval y de Carlos Reglero de la Fuente con La fundación y primeros tiempos de Santa María de Valladolid en el contexto eclesiástico del reino de León. La tercera sesión “El Conde Ansúrez”, arrancó la mañana del 22 de febrero con la ponencia El hombre que exigía el tributo de Pascual Martínez Sopena y La oficina de expedición de documentos del conde Pedro Ansúrez de Irene Ruiz Albi.
Por la tarde se desarrolló la cuarta sesión “La memoria del conde” de la que se encargaron Jesús Urrea Fernández con su conferencia Invención y desarrollo de la imagen del conde Ansúrez, Germán Verga con El Conde Ansúrez en la literatura del Siglo de Oro y Enrique Berazal con Poco entusiasmo por el “fundador”. La memoria del conde Ansúrez en la historia vallisoletana reciente. Este último, al ser contemporaneísta, trató de dar una visión actual a la figura del conde.
Enrique Berzal resaltó la importancia que tienen los símbolos, mitos y rituales para crear y mantener las identidades proporcionando cohesión al grupo humano correspondiente. “De esta forma, a través de las conmemoraciones y la mitología nacionalista se consolida, se transforma y se pone al día. Así se hace en España, sobre todo desde la crisis del 98 en adelante, configurando un tipo de nacionalismo en el que predominan, como ideas-fuerza, el papel histórico de la Monarquía y del catolicismo, que se asocian con el ser español, y la importancia de Castilla como principal referente geográfico y cultural”, explicó el conferenciante.
A raíz de esa idea demostró cómo las historias locales y la política conmemorativa relacionada con el conde siguieron esos patrones. “Algunos ejemplos fueron los Juegos Florales de 1911, con un premio para una composición poética dedicada al conde Ansúrez, ceremonias públicas como la inauguración de la estatua o del cuartel que lleva su nombre, y los funerales que se le comenzaron a dedicar de manera pública a finales del XIX”, comentó el contemporaneísta. Además, trató el escaso celo de las autoridades a la hora de desarrollar una política de memoria dedicada al conde.
Pese a que han pasado ya 900 años de su muerte, el conde Ansúrez sigue presente en la memoria de la ciudad por la que tanto hizo. Rodeado de gente que le ayudó a labrar su trayectoria supo aprovechar sus acciones para ganarse un lugar en la historia.
Texto: Claudia González Barreiro.