Éxito de participación en el congreso internacional ‘Carlos V en Valladolid’

Éxito de participación en el congreso internacional ‘Carlos V en Valladolid’

Más de un centenar de personas asistieron al congreso internacional ‘Carlos V en Valladolid. De Rey a Emperador’, que tuvo lugar en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid (UVa) del 3 al 6 de octubre. El congreso fue promovido por el Ayuntamiento de Valladolid y contó con el Instituto Universitario de Historia Simancas (IUHS) como responsable de su Comité Científico.

La cita formó parte de los actos conmemorativos de los 500 años de la primera estancia del monarca en la ciudad, a la que llegó el 18 de noviembre de 1518, con solo 17 años. Su llegada a la ciudad supuso el arranque del proceso que lo convirtió, primero, en Rey de Castilla, luego de Aragón, y por fin en Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Castilla, y singularmente Valladolid, jugaron un papel fundamental.

El objetivo del Congreso fue ahondar en aquella primera época. Para ello, contó con ponencias y sesiones a cargo de destacados historiadores procedentes de Italia, Bélgica, Holanda o Estados Unidos. Además, 18 jóvenes investigadores de todo el país fueron seleccionados para presentar sus trabajos.

Entre los especialistas desplazados a Valladolid se encuentran Fernando Checa, ex director del Museo de El Prado y uno de los mayores especialistas en el arte en la época de Carlos V; Juan Gil Fernández, de la Real Academia Española; Mia Rodríguez Salgado, profesora de la London School of Economics and Political Science; Maria Antonietta Visceglia, catedrática de la Universidad de Roma La Sapienza; Diane Bodart, de la Universidad de Columbia University, o Gustaaf Janssens, profesor de la Universidad de Lovaina y director honorario del Archivo del Palacio Real de Bruselas.

La llegada a Valladolid de Carlos V

Carlos tiene 17 años cuando viene por vez primera a Castilla. Es un joven nacido en Flandes y educado en la cultura cortesana flamenco-borgoñona, y se ha criado sin contacto con sus padres, Felipe y Juana. El motivo de su viaje es tomar posesión legítima de sus reinos ibéricos, las coronas de Castilla y Aragón, una vez que le llega la noticia de la muerte de su abuelo Fernando el Católico (1516), soberano de Aragón y regente de Castilla (dada la incapacidad de la reina titular castellana, Juana).

Se dirige a Castilla con el objetivo de ser proclamado legalmente en las Cortes de Castilla, pero debe enfrentarse a cuatro grandes problemas: asegurar la incapacidad de gobernar de su madre Juana; neutralizar la eventual candidatura alternativa de su hermano Fernando (nac. En 1503 en Alcalá de Henares y educado en España) a la herencia española; someter la oposición nobiliaria, cuya intención era obtener ventajas de un trono débil; y tranquilizar los recelos de las poderosas elites urbanas castellanas, reacios a que un extranjero inexperto se hiciera con la corona.

La entrada oficial se produjo el 18 de noviembre de 1518, siguiendo el itinerario ceremonial habitual en la ciudad: entrada por la puerta del Campo (el arranque de la c/ Santiago, hasta su alojamiento en el palacio Pimentel (entonces de los condes de Rivadavia, hoy Diputación).

Las Cortes fueron convocadas el 12 de diciembre de 1517. El 4 de enero los procuradores de las ciudades de Castilla estaban ya en la iglesia de San Pablo. Vinieron entonces las negociaciones y las tensiones. Por fin, el 7 de febrero, los procuradores y los grandes juraron ante Carlos, y el nuevo Rey juró acatar las leyes castellanas. Como complemento, las ciudades de Castilla prometieron recoger un servicio de 200 millones de maravedíes para el Rey, pagaderos en tres años. En contrapartida, Carlos aceptó una serie de puntos que tendían a asegurar que el reino sería gobernado solo por castellanos, con respeto a la ley propia y a la tradición y medidas que protegiesen la economía de intereses foráneos. Esta primera estancia vallisoletana duró unos cuatro meses (noviembre 1517 a marzo 1518).

Las visitas posteriores

Este primer viaje a Valladolid vino a confirmar la importancia política de la ciudad en la vida política castellana. Carlos V fue un rey muy viajero, en constante movimiento por toda Europa. Durante los cuarenta años del reinado de Carlos (1516-1556), las dos ciudades donde más tiempo vivió fueron Bruselas y Valladolid. Hay diversos recuentos de los días pasados por Carlos aquí, que se pueden resumir en unas 12 visitas de diversa duración. Las más prolongadas fueron esta primera de 1517-1518, luego en 1522-1523 (para pacificar las cosas tras la Guerra de las Comunidades) y 1527-1536 (nacimiento de su heredero, futuro Felipe II, y otros acontecimientos familiares), años que le permitieron dirigir una serie de reformas que fortalecieron la posición de liderazgo de Castilla en el heterogéneo conjunto de territorios de la corona.

Además de las presencias personales de Carlos, la corte de Castilla (es decir, el gobierno del reino aun cuando este estuviese en el extranjero, y con ello la sede de los órganos de la administración) residió en Valladolid, 27 de esos 40 años de reinado.

Conferencia de inauguración a cargo de Maria Antonietta Visceglia (Catedrática de
Historia Moderna en la Universidad de Roma la Sapienza)
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