Jesús Navarro Reyes habla sobre el escepticismo clásico en la modernidad en el Ciclo de Conferencias de Otoño 2019

Jesús Navarro Reyes habla sobre el escepticismo clásico en la modernidad en el Ciclo de Conferencias de Otoño 2019

El profesor de la Universidad de Sevilla ha centrado su investigación en la filosofía del lenguaje, la mente y la epistemología

El docente en filosofía en la Universidad de Sevilla, Jesús Navarro Reyes, ha sido ponente durante el 26 de noviembre en el Ciclo de Conferencias de Otoño 2019 organizado por el Instituto Universitario de Historia Simancas. Durante su ponencia “Más allá de toda duda razonable. Las dos herencias del escepticismo clásico en la Modernidad”, analizó el problema epistemológico en dos bloques.

En el primero de ellos, el investigador incidió en la actualidad del problema en nuestra sociedad para mostrar así cómo el ‘diálogo con la antigüedad’ que luego desarrollaría y que caracteriza el ciclo de otoño, puede y debe ser entendido como algo vivo y útil en nuestros días. Una vez proyectada esta idea, centró el segundo bloque de su exposición en analizar un caso concreto de nuestro pasado durante los siglos modernos. Propuso un caso práctico de cómo el pasado puede analizarse también bajo las preocupaciones de nuestro presente.

Para proponer este debate, la primera parte comenzó con dos aspectos esenciales en la construcción de cualquier sociedad, pasada o presente: las obligaciones y derechos. Defendió que se ha extendido la idea de que el conocimiento no es algo posible y realizable. “La sociedad está construida sistemáticamente por incertidumbre, pero hemos encontrado un sucedáneo: estar informado. El problema de sustituir el conocimiento por esto deja carencias”, explicó a través de la comparación del conocimiento con los sustitutivos del azúcar y cómo “estos desnutren a la persona, pero no la adelgazan”.

En referencia a lo que denominó “desnutrición epistemológica”, desarrolló tres efectos. El primero que comentó giró en torno a las fake new. Explicó cómo ciertos actores acuden a ellas sistemáticamente para deshacerse de políticas o ideas que no les son afines. El segundo trató sobre la amplificación de las alternativas relevantes. Comentó que con la gran cantidad de información que se recibe, la gente acaba conociendo lo que otros cuentan que dicen los científicos en vez de acudir a ellos, a la fuente principal. En tercer y último lugar, trató como efecto las teorías conspiranoicas. El profesor mencionó hechos tan controvertidos como la duda generalizada sobre la llegada del hombre a la luna o los falsos argumentos contra el cambio climático.

“No tenemos información ante estos tres efectos. No hay más remedio que negar el conocimiento y dejar que cada uno crea lo que quiera. Sin embargo, así se polariza a la sociedad. Hay gente que considera que no es un problema, sino que deriva de una sociedad plural”, comentó.

Además, realizó tres diagnósticos. En primero lugar, respecto al pensamiento de que hoy en día la sociedad es muy crédula, explicó que: “las teorías conspiranoicas manifiestan un exceso de capacidad crítica”. Por otro lado, habló sobre la falta de respeto hacia otras opiniones y comentó que hay poca tolerancia. “Estoy de acuerdo con Fernando Savater. No hay que respetar las opiniones, sino a las personas”, explicó. Por último, mencionó que el término de la posverdad está en auge porque a la gente ya no le preocupa si algo es cierto o no. Considera que se comparte información falsa “por si acaso”.

La segunda parte de la conferencia trató sobre la importancia que tuvo la recuperación del escepticismo clásico, que definió como “la mitocondria de la modernidad”. Comentó que todas las revoluciones tienen algo en común: reiniciar el mundo desde cero sin injerencias.

Ejemplo de este proceder sería, para el profesor, el Renacimiento y el maniqueísmo. Insistió en las tres escuelas helenísticas, aunque sobre todo hizo mención a los estoicos y los escépticos. A estas corrientes las definió como “formas de pensamiento que el sabio desarrolló para satisfacer sus necesidades”. También comentó que ambas eran actitudes con soluciones diferentes ante las incertidumbres. “Mientas que los estoicos son optimistas y confían en que el sabio pueda encontrar la solución, los escépticos son todo lo contrario”, dijo. Así, a través del desglose de la epistemología y tras una ronda de preguntas, finalizó la segunda conferencia del Ciclo de Conferencias de Otoño 2019.

Texto: Claudia G. Barreiro y Germán Gamero Igea

Imagen: Claudia G. Barreiro

Categories: Actualidad

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